lunes, 29 de agosto de 2011

Tijuana makes me happy

Te conocí en un concierto de Nortec, para ser precisos al final de un concierto de Nortec. La verdad no pensé que llegarías, ya me veía al día siguiente reclamándote por messenger tu ausencia. Una parte de mi supongo que creía posible que llegaras, tan así que evité con pretextos bobos que Yut y yo nos fuéramos a la sección "exclusiva" cerca del escenario porque sabía que una vez ahí nuestro encuentro se complicaría.

Y el mensaje llegó.

Pff hay una multitud, jamás te encontraré.

Me sorprendí pero de inmediato te contesté con mi localización precisa.

Y no mandabas mensaje de vuelta.

Para ese momento ya más amigos habían llegado, yo trataba de relajarme con la música pero ya no podía dejar de pensar que estábamos compartiendo el mismo espacio.

Jeje imposible, que harás después?

Como 30 minutos pasaron entre los dos mensajes. Yo, cual acelerada soy, me alejé de la masa y te marqué.

Tu voz no es como me la imaginé pero me gustó.

No recuerdo lo que dijimos exactamente (benditos mensajes) pero recuerdo que me preguntaste de nuevo que si tenía plan para después porque estaría complicado encontrarnos en ése momento. Te dije que si y te lo conté. Concordamos en buscarnos después.

Colgamos y conforme pasaba el tiempo yo me ponía cada vez más nerviosa... Quería que acabara ya de tocar Nortec pero a la vez tenía ansiedad y mi cabeza se llenaba con esos pensamientos característicos de un primer encuentro (tan ridículos que no los escribiré aquí).

Y terminó por fin.

La gente se empezó a dispersar y no pasarían más de dos minutos cuando empezó a sonar mi cel.

Eras obviamente tú, pediste que alzara mi mano para ubicarme (me confesaste luego que de hecho ya me habías reconocido, sólo querías asegurarte). Así lo hice y nos vimos, no estábamos a mucha distancia de por si. Caminaste hacia mí y desde ahí ya todo es historia. Una mágica, melosa, coqueta y surreal historia.


Epílogo...

La semana pasada regresó Nortec a Querétaro, cerca de 4 meses después de aquella noche. Sabíamos que debíamos estar ahí, de la mano ésta vez.


lunes, 8 de agosto de 2011

This is hardcore...

Hace 3 días cumplí un año de titularme de la licenciatura; hace dos, un año de haberme venido a vivir a Querétaro (all by my-fuckin-self); hace uno, un año de estar manejando y mañana cumplo un año de estar haciendo la maestría.

Nadie dijo que esto de vivir sola sería sencillo, y aunque ha tenido sus malos ratos la verdad es que son más las satisfacciones que me ha dado (aunque extrañe mucho a mi familia, mis amigos y mi ciudad). Acá he conocido amigos (de esos para toda la vida), he perdido y encontrado el amor de nuevo (de esos amores que sabes que te marcarán... tan así es que hemos decidido compartir nuestro espacio...un mes de eso y siento que se pone cada vez mejor), he aprendido (y no sólo ñoñadas) y me he chingado como nunca (porque soy hardcore!).

El primer día de clases del segundo año de maestría sabe diferente, se siente la presión en todos... nos queda un año de beca, todos sabemos lo que implica, terminar la tesis al tiempo de las clases y titularnos lo más pronto de eso posible. Si, debemos tener resultados finales a más tardar diciembre o enero para escribir en chinga (aunado a seguir llevando materias que de por si quita un buen rato).

Es hora de ponerse serios.

Neh, no es para tanto (pero por curiosidad llevaré registro de los que desarrollarán gastritis este año)